24 de agosto de 2010

Me la juego



Por: Yeyson Calle, el buñue.

En la cocina, ya lo entendí, me juego la vida. Quién lo pensara, es en serio, es verdad. No me cree, vea le cuento. Cuando lavo platos siento como si no estuviera haciendo nada, como si estuviera perdiendo mi tiempo, pero no crea, uno hace más que eso, al menos yo sí ¡oigannn a este! Va pensar que estoy medio rayado, pero no, no se deje impresionar por tan poco. Por ahí escuche una canción de un man más rayado, sí, ese man se la juega, la vida, de eso hablo, con los dados y con las viejas. Yo solamente digo que me juego la live lavando platos, por que agarro un plato por el borde, lo remojo, bien remojadito, que no quede nada seco, por que así no se puede, y apenas está bien empapado, dele con el jabón, por encima y por debajo, que quede todo espumoso. A veces se trata de deslizar, pero ahí mismito lo agarro, con la agilidad de una gato, por que algo hay que reconocer y es que soy mero gato, y pa que vea, no se me ha quebrado, hasta ahora, ni un plato, y eso ya es mucho, pues esa espuma (yo los dejo bien espumosos) los pone más indomables que un berraco. Pero le decía, apenas el plato está bien enjabonado, trin, abro el chorro, se va el jabón y queda el brillo, a lo bombril, no por lo que dicen ahora de la duración, del tal novio que se queda toda la vida, sino por la propaganda cuando con una cinta le arrancan la salsa de tomate al plato. Entonces, apenas sigue el otro plato, ahí mismo pienso, Eh, pero ese plato no es mío, yo no tengo por qué lavarlo, y ahí, justo ahí, me la juego toda. Puedo irme, y listo, eso no fue conmigo, o me quedo y le saco brillo al otro y al otro plato hasta terminar. Entones, digo que me la juego toda, por que me quedo, y resulta que el otro plato es el de mi linda, mi mamacita y cómo no se lo lavo pues, si ella, que está en el trabajo, me dejó listo el almuerzo. Por eso le digo, ahí me la juego toda.

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