19 de septiembre de 2013

Carta al secretario de gobierno

Señor Secretario de Gobierno Departamental.

Yo, Luis Escobar A., varón, mayor de edad, y del vecindario de Itagüí, en donde tengo mi residencia, le manifiesto, con el mayor respeto que una autoridad como la vuestra se merece, los siguientes acontecimientos:

En el Municipio de Itagüí tengo una tienda de víveres y licores, que espero, algún día, usted pueda visitar. En días pasados el señor Alcalde del Municipio ordenó una requisa a mi tienda, sin saber yo el motivo de tal disposición. Dos agentes de la autoridad, en cumplimiento de su misión, llevaron a cabo la labor con toda la cautela. Como la tienda no es espaciosa, sería rápida la búsqueda de aquello que yo, con asombro, también esperaba encontrar. Llegaron al cajón donde se guarda el dinero y justo allí observé que sus ojos, con aire de suficiencia, tomaron sin preguntar lo que para el Alcalde es objeto de recelo. Inmediatamente salieron, sin mediar palabra, a hacerle la respectiva entrega.

Dichos objetos, por sí mismos, no son elementos de delito ni de infracción alguna, pues falta una mano que los haga jugar, y en el cajón no había mano alguna que iniciara el prohibido juego, por tanto, contrariado, me dirigí a la oficina del Alcalde para que me hiciera la justa devolución. Este señor, sin dar mayor explicación, se negó rotundamente.

Es mercancía que por sí misma no tiene restricción pública, como le indiqué. Además se cotiza en el comercio y su venta es libre. Sirve además para entretener de múltiples formas, no solo de la manera prescrita por las sabias autoridades.

Insisto entonces en que el señor Alcalde no tiene derecho alguno para quitarme lo que siendo mío no atenta contra las leyes que nuestros ilustres gobernantes han expedido para la preservación de la moral.

En consecuencia pido a usted, respetuosamente, se digne a ordenar al Señor Alcalde Municipal de Itagüí que me entregue mis dados, pues no estando prohibido su comercio, mal puede quitármelos como mal lo ha hecho.

Medellín, mayo 11 de 1945.


Luis Escobar.